La sexualidad es la forma de expresión
de las personas donde intervienen las emociones y sensaciones del ser humano,
es decir, todo lo que somos y lo que hacemos.
La forma de expresión, es como se proyecta
el comportamiento sexual, tomando en cuenta que la proyección es diferente en
cada persona.
Se puede decir, que el tema de la
sexualidad es un tanto reservado, ya que se suscitan las diferentes opiniones que si debe enseñarse o no, sobre la sexualidad
en los centros educativos.
Por otro lado, hay quienes difieren
que esta enseñanza se de en las escuelas, sin tomar en cuenta que los
adolescentes están en una etapa de transición a veces muy compleja y en su
desarrollo tanto físico como emocional, y según la atraviesan así será su
comportamiento, lo que significa, que si están bien informados, pueden alcanzar
la madurez tanto en lo físico, emocional, como también en lo social, tomando
decisiones responsables y coherentes con los valores aprendidos. En la mayoría
de los casos, padres, madres y tutores expresan preocupación por el abordaje
del tema, siendo esto entendible en función de que no cuentan con los
conocimientos científicos necesarios para su abordaje, más sin embargo, sabemos
que la mayoría de los jóvenes hacen un uso incorrecto del tema a través de las
redes sociales, lo que contribuye a tener informaciones tergiversadas sobre el
mismo.
En la actualidad, a través de los
medios de comunicación se da como bueno y valido el sexo desenfrenado, sin
tomar en cuenta las consecuencias que esto puede tener. Según cita el Sociólogo
Klaudio Duarte, en su artículo
Cuerpo, Poder y Placer (2006), se observa un discurso muy fuerte en los medios
de comunicación social, que insisten en promover la vivencia de una sexualidad
como si ella estuviera asociada a prácticas de consumo.
Ahora bien, si la familia y la escuela
no enseñan sobre la sexualidad a los adolescentes, ¿Quién lo va a hacer?
Los orientadores estamos llamados a
trabajar la prevención en nuestros centros educativos donde desempeñamos tan
encomiable labor, se debe poner en marcha la educación sexual, tomando en
cuenta que esta debe ser realizada mancomunadamente con la escuela y la
familia, dotándolos de los conocimientos necesarios para que la enseñanza
inicie en el hogar y se complemente en la escuela.
Además, se debe considerar la
importancia de proveer informaciones pertinentes a esta población que suele ser
vulnerable en la mayoría de las ocasiones, lo que ayudara a prevenir y reducir
los riesgos tales como: embarazo en adolescentes y las infecciones de
transmisión sexual (ITS), estos con un alto porcentaje en estudiantes de básica
y secundaria en la mayoría de los centros educativos.
Sin lugar a dudas, se puede afirmar
que es necesario abordar el tema de la sexualidad con estrategias bien
planificadas y sistemáticas, desde el punto de vista científico, ético y moral,
y de esta forma lograremos resultados positivos, contribuyendo a una mejor
sociedad.
Escrito por: Vianna Medina Familia, Licda. En Orientación y Especialista en
Educación Afectivo Sexual, orientadora de la Escuela Primaria Anacaona, en el
Municipio de Vallejuelo, Provincia San Juan.
E-mail: Viannamf3@hotmail.com
Formulario de contacto