Aquélla fue una terrible hora, Sentido Pésame en nombre de todo el profesorado del municipio de Vallejuelo y de la escuela Anacaona y en nombre de todos los que fueron estudiantes de esta maestra en especial, 16 niños de inicial que la extrañaran por siempre al igual que sus hijos, padres, hermanos, amigos y demás familiares.
Antes que nada, decirles a todos que nunca pensé en un día como ese. Nunca me imaginé estar allí delante de ese féretro. Y nunca imaginé tener que escribir estas palabras para todos en favor de una amiga, que continuó el legado del magisterio con recordable ejemplo.
Como muchos de ustedes saben, (Sanlly Lus) siempre fue una mujer alegre, crédula, bondadosa, entregada y exigente, jamás mendigaba su derecho como tendremos de aprender los que estamos aun bajo el sol. Me consta que impregnó a los que la conocimos de su gracia y simpatía, nos enseñó a gozar y a compartir un poco más como familia magisterial al organizar viajes al hotel de los profesores, lo que la convierte en una pionera de la fraternidad entre nosotros los maestros. Durante más de 8 años impartió docencia a niños de preescolar en la Escuela Primaria de Capulín, Sabana Grande, Los Fundo y la Escuela Anacaona, por lo que perdemos una compañera en la batalla contra la ignorancia y una compañera en la batalla por la superación de nuestra gente.
Sin embargo, la partida de Sanlly, desgarra, y enluta otra vez más al magisterio el cual está hoy y por siempre en deuda con su persona y acciones.
Todo esto me parece un mal sueño, lo único que nos reconforta es saber que ella está en un lugar mejor porque Dios la ha llamado, y no vamos a cuestionar a Dios, pues él da la vida y permite las cosas en su infinita misericordia aunque jamás las entendamos, eso sí, solo pedimos a Dios fuerza para sobrellevar, soportar, y resistir está perdida, gracias.
A propósito del día del Maestro.
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