1. El emporio del mal y la fábrica de presidentes
La compañía
constructora Odebrecht constituyó en varios países de la región nuestra y
de África un emporio del mal. Comenzó en
Brasil con la operación Lava Jato (Lava Auto). Desfalco millonario a Petrobras.
Tráfico de influencia, consecuciones de contratos al margen de la ley,
chantaje, sobrevaluaciones de obras, patrocinios de campañas políticas, entre
otras. Odebrecht goza del privilegio de
las mejores obras de infraestructura en República Dominicana.
2. Malespín miente
Los Talones de
Odebrecht están seguidos muy de cerca por la Constructora Malespín. Gozan de iguales cantidades de obras del
Estado. Esta compañía lleva diez años llenando a Guayabal de mentiras y falsas esperanza. Una carretera que se comenzó y nadie sabe
cuándo se va a terminar. Tácticas de dilatación, cortes de lomas
innecesarios, rellenos y más rellenos. Con lo que allí se ha gastado se hubieran
hecho cuatro carreteras de Guayabal a Padre las Casas. Siempre que hacemos alguna movilización
social, ellos prometen terminar la carretera, pero no la terminan. Ya está
bueno de mentiras y promesas incumplidas.
3. ¿De dónde les viene tanto poder?
No es posible
que un solo hombre tenga amenazado a más de veinte mil habitantes. La Zona de Guayabal y sus comunidades vecinas
nos hemos caracterizado por la lucha pasiva y el diálogo. Últimamente el uso de
las redes sociales, sin embargo, el súper poderoso Marcos Malespín amenaza,
presiona, chantajea y somete a la justicia a quienes hemos sacado la cabeza
para defender al pueblo. Denunciar las cosas incorrectas ha sido motivo para
que muchos guayabalenses y padrelascasenses estén siendo demandados en los
tribunales, con demandas millonarias, solo por decir la verdad sobre la
situación de la carretera Guayabal.
¿Dónde les viene el poder? Por qué ellos pueden demandar, presionar y
someter a la justicia a un pueblo? El poder de Marcos Malespín y su compañía es
la de un semidiós. Él puede injuriar y maldecir a todo el mudo, pero a él hay
que prenderle velones y construirle un altar. ¿Quien le ha dado tanto poder?
4. La carretera que ha hecho más ricos en el País
Seguro estoy que
en el País no ha habido otra carretera que haya hecho a tantos millonarios como
la nuestra. La última vez que Balaguer fue a Guayabal en el 1990, cuando se le pregunto por la
carretera dijo que “cuantas veces era que la iba a mandar a hacer”. En el portal de MOPC en todos los gobiernos ha salido esta carreta
como inaugurada. Siempre ha habido una mafia en la carretera. Se hizo una mafia con el cruce del Rio y los
badenes provisionales que a la primera crecida del río se iban.
Por qué se ha
gastado tanto dinero en a penas 15 kms. de carretera. En más de cuatro
ocasiones ha estado lista para asfaltar, pero de manera a priori se deja que
venga la temporada de lluvias y todo el trabajo se va por la borda. Nunca ha habido una finalidad de terminar la
carretera. Simplemente de enriquecerse con los recursos del estado. ¿Por qué el gobierno no investiga las razones
por las cuales esta carretera no se ha terminando? ¿Quiénes se benefician
periódicamente de esta carretera? Desde los grandes hasta los pequeños han
beneficiados del caos provocado en esta carretera.
5. La carreta fue un señuelo
En el mes de abril
hicimos un acto de lanzamiento de la reconstrucción de la carreta, donde con
una mentira más, la compañía se comprometió a construir tres kilómetros en un
mes y continuar poco a poco sin pararse los doce kilómetros restantes. Desde el
mismo instante nos dimos cuenta que la finalidad de reabrir el proceso de
construcción de la carretera, no era más que el pretexto para seguir extrayendo
de manera injusta y desconsiderada los recursos naturales.
6. Impacto ambiental
Actualmente se
han dragado 900 mts de largo por 800 mts
de ancho, por 3 mts cúbico. Un poco más de dos millones de metros cúbicos de
arena. La meta final de la compañía es
llegar a los tres mil metros de largo. En este sentido sumaran casi ocho
millones de metros cúbicos extraído del Rio. Mucha de esta arena ha sido usada
en el relleno mismo de la carretera, otras en el asfaltado de Padre Las Casas,
otras en la Circunvalación de Azua y otra ha sido trasladada a otros destinos
desconocidos, incluyendo construcción de vigas que sacaron en patanas. Hemos
sido testigos de que la hora precisa para sacar los camiones de arena es a
media noche. El Rio las Cuevas estaba
entre los primeros cinco ríos más caudalosos del País. El número uno de volumen
en crecida. Una sola crecida del Río es suficiente para llenar la presa. Este
Río es la vida del Valle de Azua, vía la presa de Sabana Yegua. Sin este Rio la economía del Sur está en
peligro. Es triste narrar que hace dos años que el Río no hace una crecida. El
Río Las Cuevas de dos años para acá no es un cuarto de lo que era antes. Se lo
bebió la Compañía Malespín con el uso desproporcionado de los recursos
naturales. Medio ambiente ha cayado y en
gran medida se ha hecho cómplice con su silencio de que este Rio muera. Junto
al Rio también morirá Guayabal y su gente. El impacto medio ambiental de la
extracción de arena es inmedible.
7. Preguntas que esperan respuestas
¿Quién va a
defender al pueblo ante las arrogancias e intolerancia de Marcos Malespín?
¿Quién pondrá un
freno a su borrachera de poder?
¿Quién pondrá
frenos al deterioro del impacta ambiental por la extracción desproporcionada de
arena?
Y la más sublime
de todas: ¿Hasta cuando la gente de Guayabal seguirá siendo un pueblo pasivo que no sabe defender con
uñas y dientes los intereses comunes?
8. No queremos a Malespin
Señor Marcos
Malespin, usted enrostra una figura del mal, borracha de poder, destructora de
los recursos naturales, que aumentó el plus de su empresa con la destrucción
del Río Las Cuevas, bajo el pretexto de la carretera que nunca termina, sepa
bien que a usted no los queremos en nuestra tierra, y que preferimos una y mil
veces, seguir recorriendo nuestra carretera un burros y caballos, antes de que
el más humilde guayabalense sea humillado por su arrogancia y antes de que
usted con su barriga hambrienta se beba la última gota de nuestro Río. No
queremos su grancera, lo que queremos es carretera.
Moisés Corcino
Valenzuela
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