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HABILITACIÓN DOCENTE: NECESIDAD / OPORTUNIDAD


Honesto/a: persona incapaz de robar, estafar o defraudar a alguien (íntegro, justo, decente).


Para un maestro de vocación  lo más valioso es ver y sentir  como confían en él y sus competencias, quienes han sido sus alumnos, cuando estos los abordan con sus dudas o inquietudes.

La mayor satisfacción que puede sentir un docente, es ver a los jóvenes que una vez fueron sus alumnos/as, convertidos en entes sociales útiles, deseados, realizados; y sentirse parte de su proceso de desarrollo, integración social y formación.

Un docente competente se prepara: lee, investiga, interioriza, socializa, comparte…  con sus compañeros, los demás actores del proceso y se siente comprometido con lo que Dios ha puesto en sus manos, trabajar a favor de los niños/as.

Si se quiere lograr una educación de  calidad  y alcanzar una verdadera revolución educativa,  quienes  tienen este compromiso, deben ser sometidos  a cumplir con el  esquema diseñado y organizado por el organismo gestor,  y recibir una real formación  académica en el  tiempo  establecido por las entidades certificadas de nuestro sistema educativo.

En tal sentido,  se puede discernir  que las entidades de formación no están  siendo  honestas, auspiciando breves procesos de formación en torno a la labor docente (habilitación).  Las autoridades competentes tienen  el compromiso de vigilar, con el propósito de que se cumpla con los programas de formación de docentes que están establecidos.

Si la práctica hace al maestro, ¿qué tan efectivo puede ser el trabajo un profesional de otra área  (que recibió un proceso de formación breve  y sin práctica docente), asume el  compromiso de ser maestro?

El mismo Dios dice en su  palabra que un buen pastor su vida da por las ovejas, en cambio un  pastor asalariado huye cuando las ovejas están en peligro (San Juan 10:11-13).

 Lic. Herodes Encarnación Encarnación
Profesor Escuela Primaria Anacaona