Atleta Jessica Oviedo toca fondo por carencias familiares. Inició bien el presente Ciclo Olímpico con un oro en Santa Marta, Colombia
SANTO DOMINGO.- La atleta Jessica Oviedo Pérez está decidida
a seguir sometida al rigor de los entrenamientos que necesita un atleta de alto
nivel por una sola razón: ganar una medalla Olímpica, Panamericana o
Centroamericana y del Caribe.
Jessica está esperanzada en que luego de ganar un premio
importante, pueda ser compensada de tal manera que pueda sacar de la pobreza a
su familia.
Acaba de ganar una medalla de oro en los recién celebrados
Juegos Bolivarianos celebrados en Santa Marta. Fue la única atleta de
lucha en subir a lo más alto del pódium.
Las lágrimas en sus ojos son una muestra de la ilusión que
tiene de aliviar el dolor que produce la carencia entre sus padres y hermanos
en el barrio Nuevo Amparo, Barahona.
Cuenta que sus cinco hermanos y sus padres pasan por muchas
dificultades.
Como atleta de alto rendimiento recibe unos cuatro mil pesos
del Programa de Parni y la Federación Dominicana de Lucha le entrega otros tres
mil todos los meses. “La mayoría de ese dinerito tengo que mandarlo para allá (a
Barahona) para que se ayuden”, dice Jessica, una atleta que entrena en el
pabellón de lucha del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, tiene dos sesiones
diarias y asiste a la Universidad Evangélica donde estudia sicología educativa.
RECURSOS LIMITADOS
Con el poco dinero que se queda lo usa para comprar “las cositas necesarias”.
Se queja de que necesita de un mayor apoyo, pues requiere
suplementos alimenticios porque la alimentación no es de calidad y en ocasiones
no desayuna.
“Esto es muy difícil, pero estoy dispuesta a seguir
sacrificándome, quiero alcanzar mi propósito de ganar una medalla”, expresa la
ilusionada Jessica, que ya probó que puede pelear al más alto nivel.
Por momentos Jessica fija su mirada a lo lejos y sus ojos se
humedecen y dice: “A veces paso muchos momentos pensando en la suerte de mi
familia en BarahonaÖ y lloro, lloro mucho”.
Recientemente estuvo en el Campeonato Mundial de Lucha. En
esa cita, su primera experiencia, terminó séptima. Ganó dos combates y un
tercero por la medalla de bronce, terminó empatada a 4, pero la pelea la
decidieron a favor de una bielorusa.
“Si me preparo bien, puedo hacer mucho más, porque estaba
confiada y sé que puedo ir más lejos”, expresa Jessica que aspira tener un
Ciclo Olímpico que le ayude a ella y su familia a salir de la pobreza.
Refiere que ser atleta de lucha “es lo único que sé hacer y
me gusta”. Sé que puedo sacarle provecho y lo que me hace seguir adelante”,
sigue diciendo.
Tiene toda la voluntad de ir a los eventos de ese ciclo y
lograr medallas que puedan reportarles premios metálicos.
“Lo estoy dando todo ahora porque necesito sacar una buena
actuación en este Ciclo Olímpico, porque si no lo logro, entonces se me hará
muy tarde”, apunta la nativa de Barahona, quien lleva poco más de seis años en el
seleccionado nacional.
En el Campeonato Panamericano celebrado este año ganó
medalla de plata. Agradece el respaldo que ha tenido de la Federación
Dominicana de Lucha. “Ellos me están dando apoyo y la oportunidad de estar
aquí, entrenando y tengo que aprovecharla”, expresa.
Sus inicios
Jessica se inició en el deporte de la lucha a los once años. También practicaba
gimnasia. Cuenta que una amiga la invitó a practicar lucha en Barahona
y rápidamente ascendió y fue traída a la capital para formar parte de un grupo
de nuevos talentos.
Desde entonces se ha mantenido en la selección nacional,
aunque no había tenido mucho chance.
“Soy la motivación de la casa. En mí familia esperan de mí,
tienen la esperanza de que puedo tener buen resultado”, expresa la pretendiente
a medalla en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla y los
Panamericanos de Perú.
Jessica entrena fuerte cada mañana y en horas de la tarde
que comparte con sus estudios.
Ramón Rodríguez
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