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IMPORTANCIA DE LA LECTURA

La lectura es el procedimiento mediante el cual las personas decodifican un mensaje transmitido mediante el código escrito. El enorme valor de la expresión escrita reside en su perdurabilidad: el lector puede releer un texto cuantas veces lo desee. En el caso de la comunicación oral, que es la que tiene lugar entre un hablante y un oyente, una vez producida no puede tener lugar una repetición.

La difusión de la comunicación escrita y la práctica de la lectura facilitaron el acercamiento entre personas que tenían algo para contar o decir y aquellos ávidos de tomar ese mensaje, entre los que se cuentan historias inventadas o bien relatos acerca de acontecimientos reales.
Esto significó uno de los fenómenos sociales más importantes de la historia de la humanidad: la introducción del libro. A partir de los libros, los individuos pudieron establecer un medio de comunicación que perduró por siglos, dando testimonio de épocas pasadas. La lectura permite el acceso a la cultura, a la tradición, a la información, al conocimiento de nuevas culturas y al pensamiento crítico. Por lo tanto, vale diferenciar la importancia del alfabetismo (que es la capacidad de leer y también de escribir) de la importancia de la lectura como actividad habitual, recomendable para todas las edades, pero fundamentalmente, para los niños y jóvenes.

Alfabetizar para crecer

La alfabetización es un derecho universal para todos los seres humanos, ya que se entiende que comunicarse por la vía escrita es un requisito fundamental para la condición individual de todo sujeto pensante. De hecho, el analfabetismo es una de las problemáticas más importantes alrededor del mundo, y se considera que quien llega a la adultez sin haber logrado aprender a leer es un sujeto que tiene limitada su capacidad de elaborar pensamientos propios, por lo que será fácilmente manipulable. La alfabetización hoy nos parece algo natural, pero durante mucho tiempo no fue una posibilidad concreta para una gran cantidad de personas.
La abolición de la esclavitud que fue dándose progresivamente en el mundo implicó que muchas personas dejaran de ser vistas únicamente como fuerza de trabajo, y comenzaran a ser tenidas en cuenta como seres pensantes, más allá de sus condiciones étnicas, raciales o socioeconómicas. Antes de que se llegara a esta etapa, nadie se preocupaba por el hecho de que muchas personas no aprendieran a escribir ni a leer.
De todos modos, la abolición de la esclavitud no representó un cambio total, y hay una gran parte del mundo que aun hoy  se encuentra en la misma situación. Según estadísticas de UNICEF, los dieciséis países con menor tasa de alfabetismo del mundo están en África, el continente más pobre del planeta. En Burkina Faso, uno de los países con menor tasa de alfabetismo, apenas el 21,8 % de los mayores de quince años sabe leer y escribir. Hay países, en cambio, que han erradicado el analfabetismo: los países nórdicos, países muy pequeños como Liechtenstein o Luxemburgo, así como también Cuba, como único caso de América.

El ejercicio cotidiano de leer

La importancia de la lectura como ejercicio habitual tiene otra dimensión, mucho más relacionada con la condición del hombre en el mundo. La creatividad de los seres humanos no tiene límites, y son muchísimos los objetos que este ha inventado: con distintos medios, ha sido capaz de elevar, tan solo en algunos siglos, la esperanza de vida prácticamente hasta el cuádruple de lo que era. Todos aquellos que pusieron en práctica estos inventos lo hicieron pues sus cabezas estaban motivadas por un nivel altísimo de creatividad, lo que da al ser humano una diferencia sustancial con todas las demás especies.
Puede considerarse que el mayor motivante de esta creatividad es el ejercicio de la lectura. Leer libros les sirvió siempre a las personas para considerar su lugar en el mundo y la misión que debían cumplir, pero también para algo tan sencillo pero tan importante como comprender cómo se sienten los otros. Es difícil saber hasta dónde influyó en la humanidad la literatura, pero no hay duda de que la lectura funciona como soporte de numerosas disciplinas. Año tras año se editan miles de libros que reflejan situaciones posibles e imposibles, cotidianas y fantasiosas, de investigación o historias inventadas. Se editan libros cuya producción lleva años, y también otros que se lanzan de una semana para otra.
Y además, semana a semana y día a día, se editan cientos de diarios y revistas. A pesar de esto, el público suele ser bastante acotado, y aun cuando el alfabetismo, afortunadamente, ha crecido en el mundo, no sucedió lo mismo con el hábito de la lectura. Por distintos motivos las personas no se hacen un espacio para leer. Por este motivo es que se recomienda inculcar el hábito de la lectura en los niños desde sus primeros años de vida.

La importancia de la lectura en los niños

En los niños, la lectura proporciona la capacidad de adquirir el desarrollo motor, lingüístico, emocional, cognitivo, social y lúdico en los primeros años de vida. Si el acercamiento se hace por el lado correcto (lo cual es una responsabilidad compartida entre padres y maestros), seguramente la lectura se transformará en un hábito grato y enriquecedor, más que en una carga, como lamentablemente lo sienten muchos niños.
Esto significa llegar a la lectura desde los relatos, las historias, las leyendas o las canciones, así como también desde los juegos. El niño reconocerá objetos, palabras y colores más de lo que se cree en muchos casos. La identificación de los niños con los personajes de esas historias es una herramienta fundamental para estos fines. Muchísimos autores desde Esopo o La Fontaine hasta María Elena Walsh han dado prueba de que el niño puede disfrutar de un buen texto, tomando a la vez afición por la lectura.







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