Cuatro años en la plantilla de Amazon y de buscar candidatos ahora ha pasado a buscar trabajo, aunque puede que lo tenga complicado. En 2014, la compañía de Jeff Bezos puso en marcha un sistema para revisar los currículums de aspirantes a trabajador en el gigante del comercio electrónico.
Un proceso de automatización que tenía como principal objetivo mecanizar la búsqueda y encontrar los mejores talentos, según varias fuentes que confirma Reuters. Esta herramienta creada por un equipo de doce personas en Edimburgo puntuaba a los candidatos con entre una y cinco estrellas. Acción similar a cómo se califican los productos que los usuarios compran a través de la página web de la compañía.
Un año después de su nacimiento, los ingenieros de Amazon comprobaron que la herramienta no funcionaba del todo bien. El sistema no calificaba a los candidatos de manera neutral al género.
Según Amazon en declaraciones a Reuters, el problema radica en la educación de la inteligencia artificial reclutadora y no en su arquitectura. El aprendizaje de los cerca de 500 modelos informáticos se realizó sobre miles de currículums durante una década, pero, asegura la compañía, que la mayoría fueron hombres.
Con este contexto, la inteligencia artificial penalizaba informes que contenían la palabra «mujer» y sin revisar su experiencia académica y profesional. Su primera opción siempre eran hombres.
Esta tendencia comenzó a verse en los primeros pasos del modelo. En actualizaciones posteriores, el equipo de Amazon trató de revertir el sesgo sexista de la herramienta, pero los candidatos seguían clasificándose de manera discriminatoria.
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