“Forma parte de mi plan para deshacerme de mi fortuna,
quiero devolver a la sociedad y al mundo lo que me han dado”.
Kjell Inge Røkke nació en Noruega y desde muy joven dedicó
su vida al mar, pero no como proteccionista sino como explotador de sus
recursos, inicialmente fue pescador pero posteriormente se pasó a la
perforación y transporte marino. Estas actividades le dieron una gran fortuna,
según Forbes más de 2.000 millones de dolares.
Røkke no es una persona con formación académica e incluso es
disléxico, pero es una persona muy inteligente y reflexiva. En los años
trabajando en el mar, cada día fue tomando más conciencia sobre el excesivo
abuso que tenemos los humanos con sus recursos y el terrible daño que le
hacemos contaminándolo.
Con su cuenta bancaria con más dinero del que podría gastar
en 10 vidas, Rokke se dio cuenta que era tiempo de dar un vuelco a su vida,
decidió destinar la mayoría de sus recursos a enmendar aunque sea en una ínfima
parte el terrible daño que los humanos y en incluso él mismo ocasionó a lo que
más ama: el mar.
Con eso en mente, Rokke decidió construir un barco de
180 metros capaz de rastrear y sacar del océano 5 toneladas diarias de plástico.
El barco será capaz de albergar a una tripulación de 60 científicos y 40
tripulantes; el barco contará con tecnología para medir la salud del mar y
contará con la autonomía para realizar viajes largos alrededor del mundo.
Sin duda, esta historia demuestra que ser millonario y un
gran ser humano no es para nada incompatible y le deseamos buen viento y
buena mar a este barco tan especial.
FUENTE: coolcloud
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