La desobediencia y la inconducta de algunos dominicanos destacan como elementos desagradable y penoso en medio de la calamidad que envuelve a República Dominicana por los embates derivados del coronavirus, que convertido en pandemia tiene al mundo de rodillas, llevando el horror y espanto colectivo por casi todo el planeta.
Aquí muchos asumen una particular irresponsabilidad frente al país, cuando en una actitud de obstinados desafían y retan las normas emanadas de las más altas instancias del Gobierno dirigidas a disminuir los riesgos de que se expanda el COVID-19 entre la población dominicana, que hasta este domingo ya afectaba a más de 200 personas.
El toque de queda, dispuesto en toda la nación por decreto del Presidente de la República, ha dado lugar al apresamiento o detención de miles de personas que en modo de rebeldía, insubordinación o indisciplina salen a las calles en los horarios que se tiene prohibida la circulación por las vías públicas de tránsito regular.
El desacato o irrespeto a las disposiciones gubernamentales tiene número, y al momento de redactarse esta crónica 3 mil 816 personas habían sido detenidas y conducidas a destacamentos policiales porque, como sublevados e indomables, decidieron salir a las calles dentro del horario prohibido, de 8:00 de la noche a 6:00 de la mañana.
En el tiempo del mayor auge de los medios de comunicación, incluidas las abundantes e imparables redes sociales, son pocos los que pudieran alegar desconocimiento, más aun con la existencia de “radio bemba”, siempre dispuesta a completar el trabajo de difusión de la información.
A pesar del incumplimiento de algunos, las autoridades, esencialmente militares y policías, exhiben un comportamiento con cierto grado de decencia y civilidad al momento de hacer los llamados y exhortaciones a ciudadanos que todavía actúan en conglomerado, desoyendo así las instrucciones de los organismos correspondientes para evitar el contagio de una peste que se llama coronavirus.
También otras instituciones de protección civil, como las unidades de bomberos, están coadyuvando a la orientación ciudadana sobre la necesidad y conveniencia del cumplimiento de las normas y reglas, las que han de ser transitorias.
En efecto, en varias demarcaciones, incluyendo el Distrito Nacional, los bomberos hacen tocar la sirena a las 8:00 de la noche para recordar que en ese momento comienza la restricción de circulación por calles, avenidas y carreteras, con las excepciones establecidas para ciertos grupos sociales por sus funciones prioritarias y esenciales en esta situación que amenaza la salud de no se sabe que cantidad de seres humanos.
LUGARES DE INCUMPLIMIENTO
En la provincia Santiago, primordialmente en su común cabecera Santiago de los Caballeros, es donde un mayor número de personas ha incumplido el toque de queda, seguido del municipio Santo Domingo Este, el mayor en tamaño y población del país.
Luego aparecen en ese mismo orden, Puerto Plata, San Francisco de Macorís, San Pedro de Macorís y Barahona.
El Distrito Nacional, donde mayor número de casos confirmados de COVID-19 se han registrado, aparece entre los lugares donde menos detenciones se han producido por violar el horario de no circulación de personas.
elnuevodiario
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