El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha declarado este sábado que su Gobierno ha decretado una cuarentena domiciliaria obligatoria de 30 días debido a la pandemia del covid-19, que ya se ha cobrado la vida de más de 12.000 personas en todo el mundo, informa la Casa Presidencial a través de su cuenta oficial de Twitter.
El mandatario informó que todas las pruebas de coronavirus realizadas han dado negativo “Es alentador, porque en nuestro país continuamos con tres casos confirmados y aislados, y en los dos últimos casos las personas fueron aisladas desde el principio”, aseveró Bukele, que subraya el éxito de las medidas de su Ejecutivo.
“Ningún país estaba preparado”
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“Hemos ido aplicando cada vez más restricciones a la movilidad para evitar aglomeraciones, que es la manera más fácil de contraer masivamente el virus”, dijo el presidente salvadoreño. Asimismo, reveló que se ha emprendido la construcción del hospital más grande de Latinoamérica para tratar el covid-19, con la misma capacidad que los dos centros médicos erigidos en la localidad china de Wuhan, lugar donde surgió el brote.
Bukele reconoció que “ningún país estaba preparado” para una pandemia como esta, incluido El Salvador, destacó la importancia de “actuar con rapidez y no con perfección” y defendió las medidas tomadas por su Ejecutivo porque “han salvado muchas vidas”. “El futuro es incierto y ahorita es momento de tomar las mejores decisiones”, dijo.
“Hoy tenemos tres casos, por más que tomemos medidas hoy no vamos a detener la curva que hemos sembrado hasta este momento”, dijo Bukele, que hizo hincapié en que si el número de casos aumenta, el sistema de salud de su país podría colapsar, por lo que instó a detener la curva de progresión del coronavirus dentro de su territorio.
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El presidente salvadoreño matizó que la cuarentena domiciliar no afectará a “algunos rubros que mantienen con vida al país”, como los profesionales de la salud, los bomberos, la policía o el Ejército, entre otros.
“Las personas que no acaten estas medidas van a ser detenidas y llevadas a un centro de contención“, al tiempo que “se les retirarán otros beneficios”, advirtió.
“Tomar estas medidas es la decisión más difícil que he tenido que tomar en mi vida, pero es necesario por el peligro que enfrentamos”, admitió Bukele, que abogó por el aislamiento —”será difícil pero podemos lograrlo”— como medida necesaria para garantizar “que nosotros no le pasemos la enfermedad al otro”. “Esto tiene que tener un fin, después de la tormenta viene la calma”, concluyó el líder salvadoreño.
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