Inversionistas oportunistas del gigante asiático vieron un nuevo negocio en la crisis desatada por la pandemia del COVID-19 que golpea a todo el planeta. Sin embargo, los estándares que cumplen están lejos de conseguir certificación en los Estados Unidos y Europa
Mientras la pandemia por el coronavirus deja en evidencia la falta de preparación de la inmensa mayoría de los gobiernos para hacer frente a un mal que puso en jaque todos los sistemas sanitarios, nuevos actores quieren sacar provecho de esta desesperante situación... pero de la peor manera. Lejos de moverse en los ámbitos de la legalidad y los parámetros y estándares sanitarios internacionales, estos “inversionistas” sólo buscan un rédito fugaz y súbito, sin medir consecuencias.
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