Se trata de tres sectores vitales para alimentar a los dominicanos
Tres importantes sectores para alimentación de los dominicanos han mostrado preocupación por las dificultades que enfrentan en los canales de distribución y han pedido la intervención del Estado para encontrar soluciones.
Esos tres sectores son el avícola, específicamente pollo, el arrocero y el ganadero. En ningún caso se habla de faltante de producción, sino de dificultades para distribuir los productos a los mercados de expendio, lo que se atribuye a las medidas tomadas desde el Ejecutivo para evitar una mayor propagación del coronavirus (Covid-19).
La Asociación Dominicana de Avicultores (ADA) asegura que cuatro de cinco cadenas de suministros a la población están paralizadas, lo que se traduce en un alto riesgo para la sostenibilidad de las industrias del ramo, ejerciendo una fuerte presión a los asociados.
“Se requiere de un esfuerzo mancomunado con las autoridades para lograr un conjunto de objetivos”, dice la ADA. Y a seguidas los enumera.
Entre ellos sugirió implementar un banco de alimentos congelados, que funcione como desahogo de los inventarios y como garantía de futuras fuentes de aprovisionamiento. Incluir las empresas de pollo en los programas de emergencia de alimentación asistida, donde los productores asuman Ia responsabilidad de la distribución a nivel nacional y el Gobierno indique los destinos y asuma la responsabilidad de entrega final.
La ADA, por vía de un espacio pagado en los principales periódicos de circulación nacional pidió monitorear de forma constante Ias cadenas logísticas, para resolver de forma rápida y eficaz, cualquier cuello de botella que pueda afectar su buen funcionamiento.
Planteó la importancia de constituir una mesa de trabajo de la ADA junto a las autoridades, en interés de promover iniciativas coordinadas que permitan monitorear el abastecimiento oportuno de los mercados a nivel nacional, así como encontrar respuestas en tiempo real al abastecimiento mínimo de ese importante componente de la canasta familiar.
“La industria avícola nacional, conformada por 1,200 productores pequeños, medianos e integrados, distribuidos geográficamente en todo el país, enfrenta el reto de garantizar un abastecimiento seguro y confiable de sus productos al pueblo”, dice la organización en el comunicado.
Desde su punto de vista, a diferencia de crisis anteriores, la pandemia del Covid-19 ha creado una interrupción de los flujos normales a los mercados, generando una disrupción (interrupción súbita) inesperada. “Como consecuencia de esta desafortunada situación, poseemos inventarios vivos en granja y procesados en cámaras de frío, equivalente a 15 millones de libras terminadas y listas para el consumo”, informó la institución que agrupa a los granjeros.
Destacó que “es fundamental salvaguardar Ia estructura productiva de la industria avícola dominicana, ante un eventual quiebre de su cadena de valor y proteger la seguridad alimentaria del país”.
Mientras, el sector arrocero, a través de Oliverio Espaillat Bencosme, expresidente de la Federación Nacional de Productores de Arroz, (Fenarroz) demandó que una comisión de alto nivel ajuste el horario para trabajadores del sector. “El toque de queda impide la entrega a tiempo del cereal a canales de distribución”, lamentó.
Y agregó: Esa comisión de alto nivel debe crear las condiciones para que los trabajadores del sector puedan entregar a tiempo el cereal a los canales de distribución, ya que el toque de queda se ha convertido en una retranca”.
Los datos ofrecidos por el productor cibaeño indican que “esta situación también ha afectado por completo el ritmo de trabajo de todo lo que implica las labores y el proceso del arroz, como aliento principal de la dieta de los dominicanos”.
Espaillat Bencosme afirmó que aunque los camiones de carga están facultados para transitar libremente, esto no es suficiente, porque los empleados que laboran en las fincas desde que dan las tres de la tarde, comienzan abandonar los predios agrícolas, y de igual manera constituye un escollo para las labores de procesamiento en los molinos.
“Estamos trabajando a media. Por ejemplo un chofer que sale con un camión cargado de arroz para Higüey desde La Vega tiene que salir a las 3:00 de la madrugada, pero cuando viene de retorno, el camión está vacío, y debe llegar antes de las 5:00 de la tarde para evitar ser apresado. Pero peor aún, ese chofer después que deja el camión en la empresa donde labora, no tiene como llegar a su casa” aseguró Espaillat al ser entrevistado por el periodista Elvis Lima en el programa Fuera de Record que produce para el canal EN Televisión.
Oliverio Espaillat llamó a la población a no temer. “Hay arroz suficiente para abastecer el mercado local, al tal extremo, que en esta primera etapa estimamos cosechar un total de 7.5 millones de quintales, mientras que para la segunda cosecha que finaliza en los meses de octubre y noviembre tenemos una proyección de 5.5 millones”, calculó.
Precisó que el sector arrocero nacional sigue demostrando hasta en los momentos más difíciles, su capacidad de trabajo, para garantizar el plato de los dominicanos.
El dirigente arrocero aprovechó para hablar sobre un tema que a menudo genera debates: La revisión del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y Estados Unidos (DR-Cafta, por sus siglas en inglés).
Oliverio Espaillat Bencosme aseguró que este es el mejor momento para que el gobierno se aboque junto a los principales actores del sector a la revisión del acuerdo, a fin de proteger, como hasta ahora ha ocurrido, la producción nacional, ya que ante la pandemia del Covid-19, todos los países productores de arroz, han decidido guardarlo para garantizar la comida de sus ciudadanos.
`”Ahora es que de verdad se demuestra la importancia de tener un sector fuerte, sólido y con capacidad de respuesta. Tanto es así que el que sale a buscar arroz en el mercado internacional no lo encuentra. Si bien es cierto, que el gobierno le ha dado el apoyo al sector, no menos cierto es, que el DR-Cata, sigue siendo una amenaza para el futuro inmediato. No podemos dormirnos en los laureles”, puntualizó Espaillat.
Del lado de los ganaderos, la Asociación Dominicana de Productores de Leche (Aproleche) advirtió que los efectos de la crisis sanitaria por la expansión del Coronavirus han hecho disminuir la demanda de leche fresca en al menos un 50%, debido principalmente al cierre de las empresas fabricantes de quesos.
Eric Rivero, presidente de Aproleche, dijo que las queseras, que han dejado de comprar más un millón de litros de leche diario, dependen a su vez de las ventas y/o consumo que se registran en establecimientos como hoteles, cafeterías, paradores, restaurantes y supermercados.
El ganadero explicó que ha recibido denuncias de todas las provincias del país en las que se está registrando el abandono de la leche de los productores, “porque los procesadores no pueden industrializarla, y debido a que el Estado no ha incluido la leche UHT y los quesos en las compras del Plan Social de la Presidencia”.
Rivero, también presidente de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro), dijo que “esta situación es muy preocupante, debido a que la leche es un producto perecedero, que no puede almacenarse fresco, y debe ser procesado en pocas horas después del ordeño, por lo cual, los productores podrían ir a la quiebra”.
Advirtió que ante un cierre de la ganadería nacional “estaríamos amenazando no solo a las 58 mil familias ganaderas, en una actividad que genera más de 12 mil millones de pesos al año, sino también que se pone en riesgo la seguridad alimentaria del país, ya que no estarán disponibles las importaciones en los mercados internacionales, debido a la crisis mundial”.
Consideró que es vital enfrentar la crisis alimentaria que se avecina en el país, porque una vez superado el virus, puede ser más traumática que éste, por lo que solicita al Gobierno ejecutar un plan que contenga tres acciones principales.
Indicó que estas serían, en primer lugar ejecutar un ambicioso plan de adquisición de al menos 10 millones de litros de leche UHT con contratos de compra a las plantas procesadoras, a través del Plan Social de la Presidencia, para distribuirlos a familias pobres, con la condición de que adquieran la producción lechera sobrante.
Desde su óptica, se debe ejecutar a través del Banco Agrícola una línea de crédito especial, para capitalizar las queserías del país que así lo necesiten. “Y finalmente deben prohibirse de manera temporal las importaciones de leche en polvo y quesos, porque provocarían la quiebra total de la actividad pecuaria”.
El presidente de Aproleche recordó que los países desarrollados son los más afectados por esta crisis mundial, por lo que no podrán ofrecer importaciones subsidiadas, lo que implica que República Dominicana sobrevivirá con la producción nacional, al tiempo de señalar que es fundamental que el Estado y sus autoridades comprendan esta situación.
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