Tres importantes sectores para alimentación de los dominicanos han mostrado preocupación por las dificultades que enfrentan en los canales de distribución y han pedido la intervención del Estado para encontrar soluciones.
Esos tres sectores son el avícola, específicamente pollo, el arrocero y el ganadero. En ningún caso se habla de faltante de producción, sino de dificultades para distribuir los productos a los mercados de expendio, lo que se atribuye a las medidas tomadas desde el Ejecutivo para evitar una mayor propagación del coronavirus (Covid-19).
La Asociación Dominicana de Avicultores (ADA) asegura que cuatro de cinco cadenas de suministros a la población están paralizadas, lo que se traduce en un alto riesgo para la sostenibilidad de las industrias del ramo, ejerciendo una fuerte presión a los asociados.
“Se requiere de un esfuerzo mancomunado con las autoridades para lograr un conjunto de objetivos”, dice la ADA. Y a seguidas los enumera.
Entre ellos sugirió implementar un banco de alimentos congelados, que funcione como desahogo de los inventarios y como garantía de futuras fuentes de aprovisionamiento. Incluir las empresas de pollo en los programas de emergencia de alimentación asistida, donde los productores asuman Ia responsabilidad de la distribución a nivel nacional y el Gobierno indique los destinos y asuma la responsabilidad de entrega final.
La ADA, por vía de un espacio pagado en los principales periódicos de circulación nacional pidió monitorear de forma constante Ias cadenas logísticas, para resolver de forma rápida y eficaz, cualquier cuello de botella que pueda afectar su buen funcionamiento.
Mientras, el sector arrocero, a través de Oliverio Espaillat Bencosme, expresidente de la Federación Nacional de Productores de Arroz, (Fenarroz) demandó que una comisión de alto nivel ajuste el horario para trabajadores del sector. “El toque de queda impide la entrega a tiempo del cereal a canales de distribución”, lamentó. Y agregó: Esa comisión de alto nivel debe crear las condiciones para que los trabajadores del sector puedan entregar a tiempo el cereal a los canales de distribución, ya que el toque de queda se ha convertido en una retranca”.
Los datos ofrecidos por el productor indican que “esta situación también ha afectado por completo el ritmo de trabajo de todo lo que implica las labores y el proceso del arroz, como aliento principal de la dieta de los dominicanos”.
Espaillat Bencosme afirmó que aunque los camiones de carga están facultados para transitar libremente, esto no es suficiente, porque los empleados que laboran en las fincas desde que dan las tres de la tarde, comienzan abandonar los predios agrícolas, y de igual manera constituye un escollo para las labores de procesamiento en los molinos.
“Estamos trabajando a media. Por ejemplo un chofer que sale con un camión cargado de arroz para Higüey desde La Vega tiene que salir a las 3:00 de la madrugada, pero cuando viene de retorno, el camión está vacío, y debe llegar antes de las 5:00 de la tarde para evitar ser apresado. Pero peor aún, ese chofer después que deja el camión en la empresa donde labora, no tiene como llegar a su casa” aseguró Espaillat al ser entrevistado por el periodista Elvis Lima en el programa Fuera de Record que produce para el canal EN Televisión. Oliverio Espaillat llamó a la población a no temer. “Hay arroz suficiente para abastecer el mercado local”, aseguró.
La situación comienza a tornarse difícil en quesos
Del lado de los ganaderos, la Asociación Dominicana de Productores de Leche (Aproleche) advirtió que los efectos de la crisis sanitaria por la expansión del Coronavirus han hecho disminuir la demanda de leche fresca en al menos un 50%, debido principalmente al cierre de las empresas fabricantes de quesos. Eric Rivero, presidente de Aproleche, dijo que las queseras, que han dejado de comprar más de un millón de litros de leche diario.
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