Desde el pasado mes de marzo, cuando se divulgaron los primeros casos del Covid-19 en el país, la familia de Ingrid Lozano (nombre supuesto) comenzó a acatar religiosamente las restricciones a la circulación innecesaria impuestas por el gobierno para evitar contagios por el virus.
Precisamente el 1° de marzo, Ingrid estaba con su hijo de 13 años en una clínica de la capital donde estaba interno por una fuerte gripe agravada por sus problemas de asma, una condición que ella también tiene.
Cuenta que el 13 de marzo comenzaron a llevar una completa cuarenta en su apartamento del ensanche Serrallés de la capital, luego de abastecerse de alimentos y medicinas, además de que ese día regresó al país su hija que cursaba estudios en el exterior.
El pasado sábado violaron por primera vez esas restricciones al desplazamiento, pero no por el aburrimiento que causa estar encerrados en el hogar, sino por otro enemigo que invadió su casa sin pedir permiso: La humareda provocada por un incendio en el vertedero Duquesa, ubicado en Santo Domingo Norte.
0 Comentarios
Deja tu comentario...