Miami, EFE.- La naturaleza y los Lego se unen en el jardín botánico Flamingo Gardens de Davie (Florida), una ciudad unos 45 kilómetros al norte de Miami, donde mariposas gigantes, ciervos e incluso personas a tamaño real hechas con estos bloques de juguete dan la bienvenida a los visitantes.
El jardín botánico, que estuvo cerrado por la pandemia del coronavirus durante más de tres meses, reabrió en junio acompañado de la exhibición «Nature Connects», creada por Sean Kenney y que estará disponible hasta septiembre próximo.
La coordinadora de eventos el jardín botánico, Cori Glick, explicó a Efe que seleccionaron a este artista porque muchos visitantes «son grandes aficionados de los Legos».
«La exhibición es una mezcla de diversión, curiosidad y arte. Es una nueva forma de presentar las obras y eso es lo que hacemos aquí en los jardines botánicos», añadió Blick, quien también es amante de estos juguetes de armar.
Kenney es un especialista en crear esculturas con estos bloques mundialmente conocidos y durante los últimos 15 años ha diseñado muchas obras de arte para grandes multinacionales.
Además, desde 2012 las obras de este artista que reside con su familia en Nueva York han viajado alrededor de Norteamérica, Europa y Asia con objetos, animales, retratos e incluso ciudades enteras creadas con piezas de Lego.
Algunas de las exposiciones de Kenney cuentan con más de tres millones de piezas y lo convierten «en el mejor cliente» de la compañía danesa Lego a la que «no le une relación comercial alguna», explica en su página web.
Sin embargo, en 2005 este artista se convirtió en la primera persona a quien Lego le otorgó una cuenta para poder comprar piezas a granel como una forma de reconocer oficialmente sus destrezas a la hora de construir figuras con estos juguetes.
En esta exhibición, la naturaleza y 15 obras de artes se fusionan para sorprender a los visitantes del jardín botánico con especies nativas «en su entorno natural».
«Conecta muy bien con lo que hacemos aquí. Muchas de las piezas encajan de forma muy natural y son preciosas», explicó Glick.
El jardín botánico también anima a los visitantes a crear sus propias esculturas de Lego en un taller con el que buscan descubrir el talento locales para ampliar la muestra.
Este santuario de vida salvaje fue fundado en 1927 por el matrimonio Jane y Floyd Wray donde construyeron una casa de verano que aun se mantiene en el terreno.
El jardín cuenta con más de 3.000 especies de plantas en las 24 hectáreas de terreno, que también sirve de residencia para miembros heridos de la fauna de Florida que no pueden ser liberados como caimanes, águilas, nutrias, panteras, pavos reales y flamencos.
Como muchos otros lugares en Florida, el jardín botánico ha reabierto sus puertas al público con medidas de distanciamiento y la obligatoriedad de máscaras y restringe la entrada a cien visitantes por hora y con reserva anticipada.
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