En el mercado podemos encontrar muchas formas de aprovechar la energía solar, la más conocida y extendida es la fotovoltaica.
Las “placas solares” se dividen en tres macrocategorías principales:
- Paneles solares fotovoltaicos. Usan células solares para convertir el calor del sol en electricidad. Este proceso tiene lugar gracias a las propiedades del silicio (del que están compuestas las células solares) capaz de producir electricidad cuando es irradiado por el sol.
- Paneles solares térmicos. Convierten la energía solar en energía térmica (calor). Los paneles térmicos NO producen electricidad a diferencia de los paneles fotovoltaicos. El propósito de un panel solar térmico es, por lo tanto, producir agua caliente que se puede usar para lavar, cocinar, lavar los platos o calentar una casa mediante la calefacción.
- Paneles solares de concentración. Los paneles solares termodinámicos se usan para producir energía dentro de un sistema de concentración solar. Los paneles solares termodinámicos son básicamente espejos parabólicos capaces de concentrar la energía del sol hacia un colector dentro del cual fluye un líquido termovector. Este líquido, cuya temperatura puede alcanzar los 600ºC, permite generar vapor y energía aptos para el uso industrial. Para producir energía de esta manera es necesario, por lo tanto, tener una gran superficie en la que colocar los paneles solares termodinámicos.
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