Se sabe que el dirigente indio fallecido en 1948 regalaba sus gafas viejas o que no le gustaban a las personas que las necesitaban o que lo ayudaron en algo.
La casa de subastas East Bristol afirmó que encontró las gafas en su buzón, donde las dejó un señor cuyo tío las recibió del propio Gandhi en los años 20 o 30 del siglo pasado, cuando trabajaron juntos en British Petroleum en Sudáfrica.
El propietario afirmó a la casa de subastas que si no eran buenas, podían tirarlas. No obstante, cuando escuchó que podrían costar más de 15.000 libras (20.000 dólares) «casi se cayó de su silla», afirmó Andrew Stone, de la casa que se ocupó del remate.
NDIGITAL
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