Este viernes, el alcalde de Portland, Ted Wheeler, declaró el estado de emergencia en la ciudad y ordenó cerrar todos los parques y áreas recreativas municipales, puesto que, aunque las llamas se encuentran aún muy lejos del centro de la urbe, estas avanzan a gran velocidad hacia los suburbios y el humo es muy intenso.
Además de a las afueras de Portland, la mayor parte de los cientos de miles de evacuados se encuentran en el sur del estado, donde otros dos fuegos forzaron a desalojar la totalidad de la población de Medford (85.000 habitantes) y todos los municipios colindantes.
SE PREVÉ UN INCREMENTO DE MUERTOS
«Jamás hemos visto esta cantidad de fuego descontrolado en nuestro estado», indicó en una rueda de prensa la gobernadora de Oregón, Kate Brown, quien adelantó que en las próximas horas habrá que lamentar muy probablemente un aumento tanto del número de fallecidos como de hectáreas quemadas.
A media mañana del viernes, se tiene confirmación del fallecimiento de por lo menos 15 personas en las últimas horas si se suman las víctimas de todos los incendios que queman en la costa oeste, tanto en Oregón como en California y el estado de Washington.
De estos, la mayoría (once) han ocurrido en California, en el fuego bautizado como North Complex, que arde en una zona que ya sufrió los devastadores efectos del fuego de Camp en 2018, el más mortífero de la historia del estado, que se cobró la vida de 85 personas y engulló casi al completo la localidad de Paradise.
DIEZ DESAPARECIDOS
La oficina del alguacil del condado de Butte, uno de los afectados por el incendio, informó este viernes que otras diez personas permanecen desaparecidas.
Los fallecidos en los otros estados son un niño de 1 año en Washington y otro de 12 y su abuela, además de una persona más, en Oregón.
Además del calor y la sequedad extrema (hace meses que no llueve en la región), los fuertes vientos que han soplado en las últimas horas están propagando los fuegos a gran velocidad, lo que dificulta enormemente el trabajo de los bomberos, y no se prevé que estos vayan a aflojar en un futuro inmediato.
Este 2020 está siendo un año extremadamente malo en cuanto a los fuegos en toda la zona y muy particularmente en California, que solo en ocho meses y medio ya lleva quemadas 1.214.000 hectáreas, la mayor cifra anual de la historia del estado, y eso que aún no han llegado octubre y noviembre, tradicionalmente los peores meses para los fuegos.
UN AIRE IRRESPIRABLE
El oeste de EE.UU. se está convirtiendo en un infierno, puesto que incluso en las zonas que no están afectadas directamente por las llamas, el humo es tan intenso que hace que el aire sea prácticamente irrespirable.
Así, según datos de IQAir, que mide la calidad del aire en el planeta a partir de las partículas concentradas en la atmósfera, las áreas metropolitanas de San Francisco, Portland y Seattle tenían este viernes el peor aire de todo el mundo.
Las gran cantidad de incendios activos y el hecho de que se estén dando en tantos lugares distintos a la vez está agotando los recursos de los cuerpos de bomberos, que habitualmente recurren a la ayuda de otras jurisdicciones cuando se encuentran ante un fuego de grandes dimensiones, algo que ahora está resultando muy complicado.
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