POR EFE
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que habrá en «un corto periodo de tiempo» una reducción hasta 4.000 de los soldados desplegados en Afganistán, y que pretende seguir disminuyendo el número de efectivos en Irak hasta los 2.000.
Asimismo, el mandatario informó de que el secretario de Estado, Mike Pompeo, viajará esta noche a Catar, con motivo del inicio el sábado de las negociaciones intraafganas.
Trump aseguró que ha recibido un informe esta mañana y que «nadie» ha muerto en Afganistán desde febrero: «Se está haciendo mucho progreso en Afganistán», indicó.
Según la página web iCasualties, al menos nueve soldados de EE.UU. han perdido la vida en el país asiático en lo que va de año.
El miércoles, durante una llamada con periodistas, el jefe del Comando Central estadounidense, el general Frank McKenzie, reveló que el número de militares de su país desplegados en Afganistán se disminuiría hasta 4.500 hacia noviembre próximo.
Asimismo, anunció que EE.UU. reducirá sus efectivos en Irak de 5.200 a 3.000.
Los talibanes y el Gobierno afgano anunciaron este jueves el inicio de las conversaciones el sábado, 12 de septiembre, en Catar.
En un comunicado, Pompeo instó a los negociadores afganos a que muestren pragmatismo, contención y flexibilidad, ante el inicio de las conversaciones.
Por ello -subrayó-, «insto a los negociadores a mostrar pragmatismo, contención y flexibilidad que este proceso requiere para tener éxito».
El comienzo de las negociaciones entre los talibanes y Kabul debía haber tenido lugar el pasado marzo, poco después de la firma del histórico acuerdo en Doha en el que se pactó la retirada de las tropas estadounidenses en catorce meses de Afganistán.
Sin embargo, el proceso se fue retrasando de manera sucesiva por la falta de acuerdo entre el Gobierno afgano y los insurgentes en un punto clave firmado en Doha: la liberación de 5.000 prisioneros talibanes y otro millar de las fuerzas de seguridad afganas.
Con el inicio de este proceso se espera poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán, que comenzó con la caída del régimen talibán tras la invasión estadounidense en 2001.
Desde el comienzo de la invasión de 2001 -sustituida por una misión de entrenamiento en 2014- han muerto en Afganistán 2.217 militares estadounidenses.
Estados Unidos tiene actualmente desplegados en territorio afgano cerca de 10.000 soldados.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que habrá en «un corto periodo de tiempo» una reducción hasta 4.000 de los soldados desplegados en Afganistán, y que pretende seguir disminuyendo el número de efectivos en Irak hasta los 2.000.
«En Afganistán reduciremos hasta unos 4.000 soldados en un corto periodo de tiempo, mientras que en Irak (reduciremos hasta) 2.000 en un muy corto periodo de tiempo», apuntó Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Asimismo, el mandatario informó de que el secretario de Estado, Mike Pompeo, viajará esta noche a Catar, con motivo del inicio el sábado de las negociaciones intraafganas.
Trump aseguró que ha recibido un informe esta mañana y que «nadie» ha muerto en Afganistán desde febrero: «Se está haciendo mucho progreso en Afganistán», indicó.
Según la página web iCasualties, al menos nueve soldados de EE.UU. han perdido la vida en el país asiático en lo que va de año.
El miércoles, durante una llamada con periodistas, el jefe del Comando Central estadounidense, el general Frank McKenzie, reveló que el número de militares de su país desplegados en Afganistán se disminuiría hasta 4.500 hacia noviembre próximo.
Asimismo, anunció que EE.UU. reducirá sus efectivos en Irak de 5.200 a 3.000.
Los talibanes y el Gobierno afgano anunciaron este jueves el inicio de las conversaciones el sábado, 12 de septiembre, en Catar.
En un comunicado, Pompeo instó a los negociadores afganos a que muestren pragmatismo, contención y flexibilidad, ante el inicio de las conversaciones.
«La oportunidad no puede desperdiciarse. Un inmenso sacrificio y la inversión por parte de EE.UU., nuestros socios y el pueblo de Afganistán han hecho posible este momento de esperanza», dijo el titular de Exteriores.
Por ello -subrayó-, «insto a los negociadores a mostrar pragmatismo, contención y flexibilidad que este proceso requiere para tener éxito».
El comienzo de las negociaciones entre los talibanes y Kabul debía haber tenido lugar el pasado marzo, poco después de la firma del histórico acuerdo en Doha en el que se pactó la retirada de las tropas estadounidenses en catorce meses de Afganistán.
Sin embargo, el proceso se fue retrasando de manera sucesiva por la falta de acuerdo entre el Gobierno afgano y los insurgentes en un punto clave firmado en Doha: la liberación de 5.000 prisioneros talibanes y otro millar de las fuerzas de seguridad afganas.
Con el inicio de este proceso se espera poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán, que comenzó con la caída del régimen talibán tras la invasión estadounidense en 2001.
Desde el comienzo de la invasión de 2001 -sustituida por una misión de entrenamiento en 2014- han muerto en Afganistán 2.217 militares estadounidenses.
Estados Unidos tiene actualmente desplegados en territorio afgano cerca de 10.000 soldados.
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