Tianjin (China), (EFE).- China pisa el acelerador para convertirse en el primer país del mundo en lanzar una divisa digital soberana respaldada por el banco central, de la que esta semana está llevando a cabo la primera gran prueba pública repartiendo 10 millones de yuanes (1,3 millones de euros) a 50.000 participantes.
El proyecto del yuan digital, denominado oficialmente Pago Electrónico de Divisa Digital (DC/EP, por sus siglas en inglés), nació en 2014 en el Banco Popular de China (BPC, banco central), que decidió apretar la marcha después de que Facebook anunciase su moneda virtual, libra, a mediados del año pasado.
China no es el único en esta carrera, con ejemplos como el de Suecia o Camboya o incluso el euro digital que el Banco Central Europeo (BCE) tiene en mente. Lo que sí parece ser es que China es el país que la lidera, con pruebas de campo como la llevada a cabo estos días en la ciudad suroriental de Shenzhen.
¿Qué es exactamente el yuan digital? Aunque suene a perogrullada, es una versión digital del renminbi -nombre oficial de la divisa china-, una moneda de curso legal respaldada por el BPC con valor idéntico al del yuan físico. Pero es precisamente en su naturaleza virtual donde radican las diferencias.
NO ES EL BITCOIN CHINO
Emplea la tecnología ‘blockchain’ y es virtual, pero no es una criptomoneda. Al menos no una al uso: si el objetivo de divisas como bitcoin o ethereum es «liberar» al usuario de la influencia y el control de los bancos centrales, el principal objetivo del BPC es precisamente aumentar su control sobre la masa monetaria.
De hecho, la institución le tiene declarada la guerra a las criptomonedas, de las que afirmó que son una «fuente potencial de inestabilidad financiera» que, en el futuro, podría comprometer la capacidad de los bancos centrales de generar liquidez.
Capaces de seguir transacciones -y a sus protagonistas, pues el uso del yuan digital estará vinculado a un documento de identidad- y de recibir los datos instantáneamente, las autoridades podrán elaborar políticas monetarias de manera más precisa y luchar contra delitos como el lavado de dinero, al tiempo que se ahorran los elevados costes de imprimir dinero físico.
También podría ayudar en los planes chinos de internacionalizar su divisa: según un informe del banco suizo UBS, el DC/EP podría ser un punto de apoyo para construir una plataforma de pagos internacionales alternativa al estándar SWIFT con la que poder disminuir el impacto de las sanciones económicas estadounidenses.
¿Y cuándo estará listo? El banco central ha indicado que su objetivo es que esté lo suficientemente maduro como para que se lleve a cabo una «importante prueba» durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022 que, de desarrollarse con éxito, podría ser un preludio al pistoletazo de salida.
No obstante, últimamente algunos medios chinos han especulado con la posibilidad de que Pekín lo lance cuanto antes como parte de los planes de recuperación pospandemia, garantizando así que los fondos y subsidios lleguen a sus destinatarios gracias a la capacidad de seguimiento del BPC sobre el DC/EP, aunque no hay confirmación oficial al respecto por ahora.
UN SECTOR DOMINADO POR GIGANTES
Sea como sea, el yuan digital llegará a una China más que acostumbrada al pago virtual: según datos oficiales, más de un 82 % de los adultos usan pagos electrónicos, dominados por dos plataformas, Alipay y WeChat Pay, desarrolladas respectivamente por dos de las empresas privadas más grandes del país, los gigantes digitales Alibaba y Tencent.
Según datos de iResearch, Alipay y WeChat Pay acapararon en 2019 casi un 94 % de la cuota de mercado en el sector chino de los pagos electrónicos, que ese año registró transacciones por importe de 226,1 billones de yuanes (28,73 billones de euros).
La duda que se plantea es si el yuan digital, que traerá consigo una plataforma de pagos y una cartera virtual propias, supondrá el principio del fin para esos servicios. La respuesta corta es que no…, al menos por ahora.
«El DC/EP y los servicios de pago mediante terceros coexistirán mucho tiempo», aseguró al respecto el jefe del laboratorio de economía digital de la operadora estatal China Telecom, Liang Wei, citado por el rotativo económico Securities Daily.
Para el usuario, las dos grandes diferencias del yuan digital con plataformas como Alipay o WeChat son la capacidad de hacer pagos o transferencias sin conexión a internet -por ejemplo, mediante una conexión bluetooth- y que no se cobrarían comisiones a los negocios por recibir pagos.
Queda por ver si, en una China hiperconectada en la que esas plataformas no solo ofrecen pagos electrónicos sino infinidad de otros servicios y funciones, la cartera virtual del yuan digital podrá desbancarlas o si el resultado será una colaboración
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