EFE.- La Alianza Atlántica afirmó el sábado que estaba llevando a cabo una revisión a fondo de sus sistemas informáticos tras el masivo ciberataque contra numerosos organismos del gobierno estadounidense, que Washington atribuyó a Rusia.
“Hasta el momento no hemos hallado rastro de alguna violación de las redes de la OTAN. Nuestros expertos continúan examinando la situación para identificar y sofocar cualquier riesgo potencial”, dijo un responsable de la OTAN a la AFP.
La compañía Microsoft alertó el jueves que su programa antivirus había detectado docenas de incursiones en sistemas informáticos, la mayoría de ellos en Estados Unidos, a través de programas suministrados por la compañía estadounidense SolarWinds.
El responsable de la OTAN consultado reconoció que la Alianza utiliza programas informáticos de SolarWinds en algunas redes internas de su cuartel general en Bruselas. “La OTAN también tiene equipos de reacción rápida listos para apoyar a los aliados, 24 horas al día, y nuestro Centro de Operaciones del Ciberespacio está funcionando”, dijo ese responsable, bajo anonimato.
El presidente de Microsoft, Brad Smith, dijo el jueves en un blog que el ataque del jueves fue el más vasto de los que ha detectado la compañía en lo que va de año, organizado por un Estado.
Además de Estados Unidos, redes internas de otros siete países -Bélgica, Gran Bretaña, Canadá, Israel, México, España y los Emiratos Árabes Unidos- fueron afectados.
Ese número irá creciendo, predijo Smith.
Rusia, en la mira
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, acusó a Rusia de haber organizado un ciberataque masivo cuyo objetivo era robar los secretos de múltiples agencias del Gobierno estadounidense, incluidos el Pentágono y laboratorios nucleares.
Pompeo es el primer miembro del Gobierno estadounidense que públicamente vincula al Kremlin con el ciberataque, que se hizo público el pasado domingo y sobre el que aún no se ha posicionado el presidente saliente de EE.UU., Donald Trump.
“Creo que es cierto que ahora podemos decir con bastante claridad que fueron los rusos los que participaron en este suceso”, dijo Pompeo el viernes por la noche en una entrevista en el programa de radio conservador “The Mark Levin Show”. “Fue un esfuerzo muy significativo”, aseguró y añadió: “todavía estamos averiguando exactamente lo que fue”.
Este jueves, la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad en las Infraestructuras de EE.UU. (CISA, por su sigla en inglés) avisó de que ese ataque informático supone un “riesgo grave” para el Gobierno federal, pues ha comprometido “infraestructuras cruciales” en el país y será difícil de eliminar.
Los responsables del ataque espiaron durante meses a los clientes en todo el mundo de un producto de la empresa tecnológica estadounidense SolarWinds.
El ciberataque, que comenzó supuestamente en marzo, utilizó actualizaciones de ese software para entrar en los sistemas de múltiples agencias del Gobierno estadounidense, incluidos los departamentos del Tesoro, de Estado, de Comercio y de Seguridad Nacional.
Supuestamente, los autores también intentaron robar secretos del Pentágono y del programa nuclear de EE.UU. en Los Alamos, la instalación donde se creó la primera bomba atómica.
Agencias de inteligencia estadounidenses han comunicado al Congreso que creen que la responsable del pirateo es una agencia de elite de la inteligencia rusa, según el diario The New York Times, si bien Moscú ha negado públicamente cualquier implicación en ese ciberataque.
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