Puerto Príncipe, 12 ene (Prensa Latina) Haití recuerda hoy el devastador terremoto de 2010 que sacudió su capital, derribó los principales edificios y dejó atrás más de 300 mil muertes y una estela de desolación.
A las 16:53, hora local, de un martes, Puerto Príncipe se estremeció con un temblor de siete en la escala abierta de Richter, el peor de su historia, con epicentro a unos 15 kilómetros de la ciudad más densamente poblada del país.
A la sacudida inicial le siguieron dos réplicas en menos de 20 minutos de seis y 5,7 grados. El resultado fue desolador, unos 316 mil muertos, 350 mil heridos y 1,5 millones de personas perdieron sus hogares, según cifras oficiales.
Datos de Naciones Unidas dan cuenta que el número de víctimas mortales decuplicó la suma de las registradas en desastres en Haití desde 1963, mientras el 60 por ciento de las infraestructuras médicas se desplomaron.
También desaparecieron edificios de valor histórico como el Palacio Nacional, la Corte Suprema, el Parlamento o la Catedral de la Santísima Trinidad de la Iglesia Episcopal, conocida por sus murales de historias bíblicas con figuras negras. La mayoría aún no se reconstruyó.
Haití ya era pobre antes del sismo, con una insistente crisis sociopolítica y económica, gobiernos corruptos, golpes de estado, guerrillas e intervenciones militares de organismos internacionales; sin embargo, el terremoto retrajo el cinco por ciento de su Producto Interno Bruto, y sumió a su población aún más en la miseria.
Once años después la pequeña nación caribeña no ha dejado de enfrentar crisis. Tras el terremoto sobrevino una epidemia de cólera que segó la vida de otras 10 mil personas, seguida de ciclones o largos períodos de sequía.
Actualmente cerca de cuatro millones de personas o el 40 por ciento de la población está afectada por la inseguridad alimentaria, y de ellos el 1,5 millones se encuentra en fase de emergencia.
La crisis de la Covid-19 agravó la situación en los hogares vulnerables y redujo los ingresos de casi el 95 por ciento de las familias.
En el plano político persiste la inestabilidad, con enfrentamientos entre gobierno y oposición, movilizaciones generales recurrentes, bloqueo del país y el fenómeno del secuestro que llegó a cifras alarmantes durante 2020.
En este contexto, Haití recuerda hoy a sus muertos en la tragedia de 2010, y el gobierno declaró este 12 de enero como jornada de conmemoración y reflexión a la memoria de las víctimas.
Más de una década después aún permanecen abiertas las heridas que dejó el sismo, considerado uno de los más letales y mortíferos de la historia moderna.
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