Moisés Corcino.- El gobierno Dominicano ha comprado 10 millones de dosis, equivalente a cinco millones de habitantes.
En primer lugar serán vacunados médicos y militares según ordena el protocolo. Luego personas envejecientes y personas vulnerables.
Después vienen las personas de influencia (políticos, ricos, personas de los medios, etc.). Junto a ellos vienen los familiares de políticos, la gente que tiene cuña, las queridas, y los que la macuteen a buen precio.
Hay unos cuantos teóricos que dicen que no se vacunan o que lo harán al final. De esos nos libramos porque no son competencia. Dicen que no creen en la vacuna, pero creen en el vaporú y el té de hoja.
Pero el problema de la vacuna no es que haya gente que dicen que no se vacunan, sino que "no hay vacuna para tanta gente".
Para los ciudadanos de a pie no hay vacuna, al menos en los próximos 12 meses. Si usted no tiene un amarre, no hay vacuna para usted. Y si tiene algún primo o un amigo que está pegado, desde ya vaya diciéndole que le consiga aunque sea una dosis.
Si usted está vacunado de marzo en adelante, podrás salir a la calle en toque de queda y sin mascarilla y cuando el policía le pregunte ¿y quién es usted? Dígale yo estoy vacunado y punto. Porque estar vacunado es lo mismo y vale mas que el permiso de circulación.
Las vacunas han salvado el mundo. Ningún padre duda de completar la tarjeta de vacuna de sus hijos desde que nacen.
Si los científicos nos hubiesen querido joder insertándonos un nano-chip en vacunas ya lo hubiesen hecho con las vacunas de infancia. Si creemos en todas las vacunas de infancia, por qué no creer en estas. El covid es un virus nuevo, no así las investigaciones científicas de los laboratorios del mundo.
Podemos creer o no en la vacuna, pero la única salida que tiene el mundo es vacunarse. Sin vacuna el mundo no volverá a ser el mundo.
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