Haití.- El presidente haitiano, Jovenel Moise, prometió este lunes que combatirá los secuestros «con dureza» en medio del primer día de una huelga general de 48 horas que paralizó el comercio, el transporte, las escuelas, la administración pública y afectó el sector informal, el más dinámico del país.
«Este secuestro, pueblo haitiano, es un secuestro que tiene un padrino y una madrina. Garantizo que los encontraré; cuando se haga, espero que nadie diga que es una persecución política o un abuso de poder», dijo el gobernante en un discurso a la nación.
Las palabras de Moise parecen intentar restar impacto a la paralización de actividades que se cumplió hoy en las principales ciudades de Haití, en una jornada convocada por amplios sectores de la oposición y otros movimientos que exigen la salida del mandatario el 7 de febrero próximo.
«Ustedes que eligen hacer esto para exasperar al pueblo, serán encontrados. (…) no estamos aquí para denunciar el secuestro, estamos aquí para combatirlo. Es una lucha sin cuartel», dijo el mandatario, al recodar el caso de un niño de ocho años secuestrado hace unas semanas.
En ese orden, aseguró que dotará al sistema de inteligencia haitano «de toda la tecnología para acabar» con el secuestro y prometió luchar «en cuerpo y alma» para lograrlo.
En Puerto Príncipe el transporte fue paralizado, aunque sí circularon los mototaxis y se vio a centenares de personas caminando para llegar a su destino. Las patrullas de la policía vigilaron el área metropolitana.
También en las calles de Les Cayes (sur) varios centenares de personas se manifestaron para exigir la renuncia del presidente, quien ha reiterado en innúmeras ocasiones que su mandato finaliza el 7 de febrero pero de 2022, al asegurar que fue elegido para un período de cinco años.
«A los que quieren utilizar el secuestro con fines políticos y desestabilizadores, vamos a encontrarte. Pondremos las trampas a todos los que impidan al pueblo vivir en paz», afirmó el jefe de Estado en su discurso.
Para Moise los secuestros tienen un claro matiz político, que persiguen alejar a los ciudadanos de los centros de votaciones de las elecciones presidenciales, legislativas y municipales programadas para este año.
«El secuestro es un gran problema que hace que la gente tenga miedo de ir a votar», insistió el gobernante. Los secuestros en el país -para exigir rescate- se han recrudecido desde octubre pasado.
Como en todos sus últimos discursos, Moise descartó cualquier posibilidad de abandonar su cargo en la fecha que exige la oposición y reiteró que solo «dará el poder al pueblo haitiano».
La oposición argumenta que el mandato del presidente termina en febrero de 2021 en virtud de un artículo de la Constitución que prevé un adelanto del inicio del período presidencial si hay problemas con el recuento de votos en las elecciones, artículo aplicable a este caso por lo que ocurrió con las elecciones de 2015, anuladas por denuncias de fraude y repetidas en 2016.
Sin embargo, las cuentas de Moise, que asumió el poder el 7 de febrero de 2017 para cumplir un mandato de cinco años, le permiten permanecer en la jefatura del Estado hasta 2022, para lo que cuenta con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), Estados Unidos y otros países.
En medio de la incertidumbre política, Moise promueve una reforma constitucional, que espera sea sometida a un referéndum en abril próximo, antes de las elecciones presidenciales y legislativas programadas para el 19 de septiembre.
«Si estás dormido, despierta. Te lo repito: las cosas no son iguales. Es el pueblo el que tendrá la última palabra, no tu. Te lo repito, se acabó», dijo Moise en alusión directa a sus opositores, a quienes espetó que «si alguien quiere llegar al poder» debe presentarse a las elecciones.
Fuente: https://listindiario.com
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