Infobae.- Sarah Gao tenía un trabajo muy demandante. Como jefa de un fondo de inversión de 500 millones de yuanes (76,8 millones de dólares), viajaba constantemente por China en viajes de negocios. Luego se enteró de que estaba embarazada.
Su embarazo, con su entonces novio, no fue planeado. Pero Gao, que tenía 40 años, pensó que no tendría más oportunidades y decidió quedarse con el bebé. Lo que no se dio cuenta fue cómo esa decisión conduciría a una batalla legal de casi cuatro años por sus beneficios de maternidad.
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