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EL FRAUDE DE LA LOTERÍA FUE PREPARADO POR EL EXADMINISTRADOR Y SUS CÓMPLICES, DICE LA ACUSACIÓN



SANTO DOMINGO.- Antes de juramentarse como administrador de la Lotería Nacional, el señor Luis Maisichell Dicent habría preparado el sorteo fraudulento que ha destapado todo un escándalo de corrrupción en esa institución.

Así lo establece el expediente acusatorio elaborado por el Ministerio Público contra los diez implicados en la “Operación 13”, así llamada por ser ese el número espurio que “ganó” el premio mayor en el sorteo del Día de los Trabajadores (1 de mayo).

El montaje del fraude incluyó ensayos previos y horas de simulacros con los encargados de materializar el fraude. Había un escollo: las cámaras de televisión y la proyección audiovisual del sorteo. Los jugadores estarían pendientes a los números ganadores, atentos a ver si resultaban agraciados, y millones de pesos estaban en la tómbola. Por eso se decidió que el sorteo no sería transmitido por redes sociales, para evitar sospechas y no frustrar el plan macabro.
A pesar de todo el montaje, algo falló. Al darle un “palo” millonario a muchos riferos, estos comenzaron a sospechar y oler algo extraño. Además, el sorteo fue difundido por el canal 4 y el video, minuciosamente verificado, se diseminó muy rápidamente por redes sociales. En pocos minutos, la sospecha se generalizó y estalló un gran escándalo.

Los diez imputados, que enfrentan solicitud de prisión preventiva, son Maisichell Dicent, William Lisandro Rosario Ortiz (dueño del Consorcio de Bancas Rosario Ortiz), la presentadora Valentina Rosario Cruz, Jonathan Brea, Carlos Berigüete, Miguel Mejía, Felipe Santiago Toribio, Rafael Mesa, Eladio Batista Valerio y Edison Perdomo Peralta.

Todos enfrentan cargos de estafa y asociación de malhechores, pues supuestamente se confabularon para formar una orquesta de corruptos y llenarse los bolsillos. El fraude dejó la friolera de 150 millones de pesos ese solo día, lo que arruinó a un numeroso grupo de riferos, dijo en esos días el mismo Maisichell Dicent, quien está relacionado con el negocio de la suerte.

La acusación describe el inicio, la trama y el desenlace de la maniobra. Según el Ministerio Público, Dicent entraba en confianza y se familiarizaba con los que ejecutarían el engaño, mientras él les decía que sería nombrado en el cargo y explicaba cómo se haría la estafa. Las reuniones continuaron y, usando los bolos y tómbolas reales de la Lotería, se simulaba el fraude y se filmaban los simulacros para corregir los errores y perfeccionar la treta.

Llegó el día de ejecutar y fingir. Se apostaron miles y miles de pesos en bancas nacionales y en el mercado informal, tanto en el país como desde Estados Unidos y España. Algunos de la red mafiosa encargaron a residentes en esos países que cobraran el dinero ganador. Además, a los cómplices se les instruyó que borren los mensajes telefónicos, y que no depositaran en bancos el dinero “ganado” ni lo escondieran en casa.

De acuerdo al órgano acusador, el mismo administrador de la Lotería “orejeaba” los números antes y después del 1 de mayo. Por ejemplo, se denunció que le habría dado los números -y se los habría jugado también- a dos “panas” de él nativos de Bonao y residentes en Estados Unidos, quienes gracias a esa generosidad se sacaron millones de pesos, el 15 de abril y el 3 de mayo, o sea, dos días después del fraude.

Los interrogatorios llegaron al fondo y desmantelaron la red, pues los interrrogados “cantaron”. Miguel Mejía, el invidente que “sacó” el 13, confesó que ensayó previamente y que le ofrecieron 800 mil pesos para hacer el papel. Valentina Rosario, la astuta presentadora del sorteo, tiró ‘pa’ lante’ a Dicent acusándolo de ser el zar de la mafia.

Descubierta la maniobra, y sorprendidos en su sucio proceder, los confabulados quisieron contaminar la investigación. Así, el mismo Dicent se puso alante haciendo una rueda de prensa y sometiendo una querella en la Procuraduría General. Además, para no levantar sospechas, algunos decidieron no cobrar lo que se sacaron, pues algunas bancas rehusaron pagar hasta que se aclarara la situación.

Según lo instrumentado, los participantes fueron cuidadosamente seleccionados y discriminados según sus necesidades y actitudes, mientras se escogió a los cómplices externos de acuerdo a sus perfiles de jugadores consumados y aventureros del azar.

El sorteo estaba planificado para efectuarse el 10 de abril, pero hubo fallos técnicos y tuvieron que postergarlo. Para hacerlo, se introdujeron cambios administrativos en el Salón de Sorteos, de manera que los cómplices pudieran participar en vivo.

Para el fallido sorteo del día 10, los “mafiosos” hicieron un listado de “bancas intocables” donde no se podía jugar el 13; y ese mismo listado se repitió para la rifa del día primero. Así, esas banquitas no fueron tocadas por el planificado fraude.

Las investigaciones también arrojaron que muchos otros fraudes estaban programados para suceder periódicamente, con cierta frecuencia entre rifa y rifa, para no llamar la atención ni generar más sospechas sobre las barbaridades que se estaban haciendo.

Ahora, los diez protagonistas de la Operación 13 se enfrentan a la contundente posibilidad de ir a prisión y, posteriormente, ser condenados por el espectacular fraude del 1 de mayo, el manchado Día de los Trabajadores.-

Fuente: elnuevodiario




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