Si no mantienes las estructuras moderna de hormigón durante unas décadas, empezará a destruirse. Sin embargo, las estructuras construidas por los antiguos romanos siguen en pie después de 2.000 años. Ahora, ingenieros del MIT han descubierto un ingrediente secreto que ayuda al hormigón romano a autorrepararse, y han demostrado cómo podemos recrear la receta para que nuestros edificios nuevos duren más.
El hormigón es el material de construcción más utilizado en el mundo, pero no es inmortal. Las inclemencias del tiempo y las tensiones pueden provocar pequeñas grietas, que pueden crecer hasta convertirse en grietas mucho más grandes que acaban amenazando la integridad de toda la estructura. Esto puede requerir un costoso mantenimiento o sustitución para evitar fallos catastróficos.
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