ALCALDÍAS DOMINICANAS Y SUS PROBLEMAS CON EL MANEJO DE DESECHOS SÓLIDOS

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El manejo de los desechos sólidos es un tema tratado en todos los países del mundo, pues todas las sociedades generan diariamente cientos de toneladas de desechos y no solo sólidos. Los ayuntamientos de República Dominicana no son la excepción y en efecto, tienen que lidiar con la basura para que por lo menos no abarroten las comunidades.

Considero que es inevitable la generación de residuos por parte de los habitantes de las diferentes localidades del país, es preciso que sean impulsadas políticas estatales para enfrentar esa realidad desde el gobierno central con el apoyo de los gobiernos locales. No cabe dudas de que no es tarea fácil para las alcaldías la gestión de los residuos, sobre todo cuando habitamos en un país en vía de desarrollo al que urge desaprender costumbres insanas y educar a la población para alcanzar el nivel de desarrollo soñado y en resumen la gestión de residuos sólidos, tal y como señala Ferreras, no es más que “un proceso que comprende su recogida, transporte, tratamiento, reciclaje y eliminación”. (2015, p. 1)

Tomando como referencia que nuestro país dispone de unos “358 vertederos a cielo abierto, ayuntamientos sin capacidad financiera para la recogida, disposición y tratamiento de los desechos, una industria de reciclaje incipiente y poca educación ciudadana”, (Alekhina y Martínez, 2023, p. 1), no podemos minimizar este asunto que nos trae a capitulo.

Fermín, (2023), en su artículo para El Dinero, EcoRed aboga por diseñar políticas públicas para la correcta gestión de los residuos sólidos, refiere que “la generación de residuos sólidos es una problemática que preocupa a los expertos en materia de sostenibilidad”, evidenciando que este tema no es un juego y que por tal motivo se debe tratar con la importancia que merece. Si llama la atención de los expertos en sostenibilidad, quienes conocen cómo un país se puede desarrollar usando sus recursos sin afectar las generaciones venideras, entonces es necesario tomar cartas en el asunto de manera urgente.

En el mismo artículo hace referencia al informe sobre economía circular del Climate Technology Centre and Network (CTCN), donde se pone de manifiesto que cada dominicano genera todos los días, aproximadamente un kilogramo de residuos sólidos municipales (que equivale a 2.2 libras). No cabe dudas que esa es una situación bastante preocupante que debe llamar a la reflexión de cada dominicano con respecto a su accionar, pues si sumamos los millones de habitantes por cada generación de residuos individuales, entonces tendríamos cifras alarmantes.

Tampoco podemos poner en dudas que la misma "naturaleza siempre ha sabido asimilar los desechos que sus propios sistemas han generado" (Basoalto, 1976, p. 2). En este aspecto se resalta que la madre naturaleza es sabia en cuanto a su capacidad de incorporación de desechos de sus propios sistemas. El problema comienza cuando el ser humano abusa en la producción de material sintético o sobreexplotación de los naturales.

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Si constantemente estamos produciendo basura en demasía, la cual va al ambiente, estaríamos contribuyendo únicamente con el desequilibrio ecológico y llevándonos lentamente a la tumba y más cuando vivimos en un mundo globalizado permeado por el consumismo, crecimiento demográfico, crecimiento en infraestructuras, etc., donde cave la pregunta ¿Qué hacemos al respecto? En este aspecto, nos encontramos con una posible solución en un informe sobre manejo de residuos sólidos en la República Dominicana, en el que se lee:

El proceso de desarrollo, urbanización y crecimiento de las ciudades conlleva un aumento en la generación y acumulación de residuos sólidos, lo que debe significar un aumento en las labores de recolección, transportación y disposición final de los desechos principalmente en las ciudades con mayor concentración de habitantes. (Jimenez, et al,, 2019, p. 5)

Vertederos improvisados, turismo, producción y consumo

Visto lo anterior, entiendo que se hace cada vez más necesaria la creación e implementación de leyes fiscales que incentiven la creación de empresas recolectoras de basura que a su vez se convierten en generadoras de riquezas en las comunidades, al tiempo que hacen posible un lugar más habitable. No se trata solo de recoger los desechos y lanzarlos a un vertedero al aire libre, que a la larga sólo terminan siendo focos de contaminación, sino de educar a la población y proporcionar las herramientas.

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En otras palabras, desde el mismo Estado se deben promover las políticas publicas necesarias que hagan de esto una realidad y que los ayuntamientos sean dotados de recursos tanto materiales como mano de obra especializada para alcanzar esos propósitos.

De su lado, Wolf (2018, p. 12) relaciona el turismo con la alta generación de residuos de RD cuando afirma que “una razón para la generación de residuos relativamente más elevada de República Dominicana es la importancia del sector de turismo” agregando también que “otras islas turísticas en la región también cuentan con tasas de generación más elevada”. Esto me llama poderosamente la atención, sobre todo por el echo de los grandes esfuerzos del gobierno por la promoción de ese sector que genera tantas divisas al país. Dichos esfuerzos deberían ir de la mano con el compromiso con el medio ambiente y la promoción del respeto a nuestros medios naturales que son atractivos para los visitantes. No vasta con simples letreros indicando qué hacer y no hacer, se necesitan de políticas robustas, firmes y con propósitos definidos si se quiere un desarrollo y progreso real en materia de gestión de los desechos que nosotros mismos generemos.

Lo primero que debemos entender es que cada vez se generan más deshechos, al mercado salen nuevos productos, la población aumenta, y por ende a aumenta la contaminación de manera proporcional y a lo mejor desproporcionalmente en la medida en que vamos perdiendo la capacidad de razonar, por lo que también me referiré la siguiente afirmación:

Desde tiempos ancestrales, los seres humanos y los animales han usado los recursos de la tierra para sustentar la vida y disponer desechos. En tiempos antiguos, la disposición de desechos humanos y de otra naturaleza no presentaron un problema significativo, debido a que la población era pequeña y la cantidad de tierra disponible para la asimilación de desechos era grande. (Abarca, 2005, p. 40, Vol. 18)

Esa no es la realidad ahora, la realidad es que no podemos pedir más a la propia naturaleza saturada de basura, la madre tierra no resiste tanta carga de elementos ajenos a ella. Elementos que tardan cientos de años en deshacerse naturalmente.

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Si bien es cierto que “la sociedad humana siempre ha generado desechos como resultado de los procesos de producción y consumo para satisfacer sus necesidades” (Medina, 1997, p. 1), no menos cierto es que efectivamente podemos hacer algo al respecto.

Pues, no podemos dejar a un lado que los impactos ecológicos, entre los que se encuentran la contaminación del agua y el aire, se atribuyen de igual manera al mal manejo de los desechos sólidos, dígase los que provienen de hogares, instituciones de salud e industrias. (Abarca, 2005, p. 41, Vol. 18)

Impacto ambiental y a la salud

Hay que prestar atención a esto, nuestra salud está en juego, nuestra calidad de vida y el futuro generacional. Si ya sabemos los males que generamos al ambiente, no podemos esperar más para tomar acción e intentar revertir los daños. Lo primordial es la educación de la población y luego ir tomando medidas paulatinamente, de manera que nuestra huella ecológica disminuya significativamente y nuestros municipios estén descontaminados de manera permanente.

Aunque “los ciudadanos aun no alcanzan a visualizar los riesgos ambientales que están asociados al manejo de los residuos” (Zambrano, 2023, p. 7), no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando a ver qué pasará mañana. Más bien, el deber es adoptar las medidas dispuestas tanto por el gobierno central como por los ayuntamientos, llevándolas a la práctica.

¿Qué podemos hacer?

Conociendo los efectos nocivos de la contaminación a la salud, los ciudadanos debemos tomar conciencia de que debemos cuidar nuestra casa común, nuestro hogar que es la tierra. No es responsabilidad solo del gobierno, es un deber de todos.

Desde sencillas prácticas como utilizar los desechos orgánicos como abono, en lugar de juntarlos con otros tipos de desechos, no lanzar basuras en las vías públicas o lugares públicos, separar los residuos, reciclar, reducir el uso de materiales inorgánicos y reutilizar lo más que podamos.

Nuestro país debe enfocarse en lograr una economía circular en la que se extiende la vida útil de todos los materiales de uso común, de manera que se evita en gran medida la producción de nuevos elementos nocivos para la naturaleza.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Abarca, L. (2005), Manejo de los desechos sólidos domiciliarios y hospitalarios, Tecnología en Marcha, Vol. 18.

Alekhina S. y Martínez B. (2023), El mercado de residuos sólidos urbanos en República Dominicana, Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Santo Domingo, Extraído de: https://www.icex.es/

Basoalto, J. (1976), Los deshechos solidos y los problemas de su manejo, Salud y Medio Humano, Revista Cuadernos Médicos Sociales

Ferreras, R. (2015), Los desechos sólidos en la República Dominicana: su proceso y destino final, Observatorio Político Dominicano, Rep. Dom., Web site: https://www.opd.org.do/

Fermín, D. (2023), EcoRed aboga por diseñar políticas públicas para la correcta gestión de los residuos sólidos, Periódico El Dinero, Rep. Dom., Extraído de: https://www.eldinero.com

Jiménez, L., Torres, J.,Arbona, D., Burgos, M., Ventura L., García, Y. y Ariel Cruz (2020), De lo establecido a lo percibido: residuos sólidos en Santo Domingo y el Distrito Nacional, Ciudad Alternativa, Web: https://www.ciudadalternativa.org.do/

Medina M. (1997), Manejo de Desechos Sólidos y Desarrollo Sustentable, Económicas CUC, Vol. 25.

Wolf, J. (2018), Situación Actual de Gestión de Residuos en República Dominicana, GIZ, Grupo Diario Libre, Santo Domingo, Sitio Web: https://cambioclimatico.gob.do/

Zambrano A. (2023), Manejo de desechos sólidos y sostenibilidad ambiental, Revista científico-profesional Polo del Conocimiento, Vol. 18, Sitio: https://orcid.org/0000-0002-2723-9850

Por Romel Reyes Florian