La reciente agresión de la minera Barrick Gold contra sacerdotes y comunitarios en Cotuí ha generado una fuerte condena por parte de diversas organizaciones y la comunidad en general. El Movimiento Suroeste Unido por el Agua y la Vida denunció que agentes policiales y del ejército, al servicio de la minera, agredieron a los manifestantes, resultando en lesiones graves para el padre Johnny Durán y otros comunitarios.
La coalición ambiental del Valle de San Juan destacó que esta agresión evidencia una nueva fase de represión y violencia por parte de las empresas mineras contra quienes se oponen a sus planes. Además, se denunció que la Barrick Gold está llevando a cabo desalojos abusivos y ofreciendo compensaciones insuficientes a los campesinos afectados.
La Conferencia del Episcopado Dominicano y otras instituciones han expresado su rechazo a estos actos de violencia y han llamado a las autoridades a investigar y sancionar a los responsables. La situación en Cotuí ha dejado a más de mil familias vulnerables y desarraigadas de sus medios de producción, lo que agrava la pobreza en la región.
La comunidad y las organizaciones ambientales continúan exigiendo justicia y respeto por los derechos humanos, así como la protección del medio ambiente frente a las actividades mineras.
Fuente: Okrd News
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